Artículo en ABC sobre "Universo Railowsky"


C. Valenciana / cultura

Librero, profesión de alto riesgo

Día 11/03/2013

El documental «Universo Railowsky» sobre la mítica fotogalería valenciana se presenta al Festival de Málaga después de quedarse a las puertas de los Goya

A lo largo de 25 años, Railowsky ha educado la mirada de miles de amantes de la fotografía y el cine. A la chita callando, en las dependencias de esta pequeña librería y fotogalería valenciana se ha expuesto la obra de los mejores fotógrafos españoles de los últimos cincuenta años, además de una nutrida nómina de artistas internacionales de la talla de Tina Modotti y el mismísimo Cartier-Bresson, en cuya mítica fotografía «Detrás de la estación de San Lázaro» (París, 1932) se encuentra la génesis del nombre de Railowsky. Éste y otros secretos quedan desvelados en un entrañable documental de Endora Producciones que, después de quedarse a las puertas de los Goya, probará suerte con el Festival de Málaga que se celebra el próximo mes de abril. El documental ha sido dirigido por Rafa Casañ y David Molina y ha contado con una subvención del Instituto Valenciano de Cinematografía (IVAC).
Supliendo la austeridad de medios con imaginación y una notable elegancia estética, «Universo Railowsky» narra la historia de Juan Pedro Font de Mora, un librero idealista y despistado que decidió junto a sus dos hermanos gastarse la herencia familiar en un negocio vocacional y nada rentable. Los avatares de la vida dictaron que sólo él se quedara finalmente al frente de este establecimiento, convertido en un referente de culto a nivel nacional.
El documental recoge seis entrevistas a Chema Madoz, Alberto Schommer, Alberto García-Alix, Bernard Plossu, Pedro Hernández, Lola Barcia y Marinela Forcadell, reconocidos artistas y amigos que hablan de la necesidad de que existan reductos como Railowsky, donde se irradia pasión por el mundo de la cultura y la imagen desde una perspectiva romántica. Mención aparte merece la intervención del catedrático de Estética y ex director del MuVIM Romà de la Calle, quien confiesa que uno de sus sueños frustrados es haber montado una librería fotogalería como la de la calle Grabador Esteve.
La cinta está impregnada del peculiar sentido del humor de Juan Pedro, un «pesimista vitalista» con aspecto de profesor Tornasol que se dirige al espectador directamente. «En estos tiempos de crisis me parece especialmente importante que alguien hable del valor de las pequeñas cosas», explica el propietario de Railowsky, convencido de la importancia de ser coherente y austero para sobrevivir en esta «profesión de alto riesgo».

Testimonio audiovisual

Con la consecución de este documental se cumple uno de los grandes deseos de Juan Pedro: dejar un testimonio audiovisual de la labor cultural realizada por Railowsky a lo largo de un cuarto de siglo. No fue sencillo encontrar a quienes quisieran hacerse cargo del proyecto. Tocó a la puerta de cinco productoras, pero sólo Endora fue capaz de conseguir la financiación suficiente para llevarlo adelante. «Es importante dejar huella», suscribe. 

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